Contenidos
- 1 La popularidad de la terapia con perros
- 2 Más aspectos positivos.
- 3 También los animales ayudan a fomentar la comunicación entre los residentes y el personal.
- 4 La demencia y envejecimiento vs la terapia canina.
- 5 Un perro en un hogar de ancianos: sus beneficios y contradicciones.
- 6 ¿Como es la terapia canina?
- 7 Valiosos ejercicios.
- 8 Referencias
La popularidad de la terapia con perros
Las terapias ocupacionales para personas mayores poco a poco son más populares en España. Una de las formas integradas es la terapia con perros. Un método cuyas acciones positivas en contacto con personas mayores han sido probadas y confirmadas científicamente durante años. Nuestra residencia colabora con los terapeutas caninos calificados y entrenados. Ellos ofrecen la rehabilitación a las personas mayores a través de clases apropiadas con perros. Y esto genera beneficios tanto preventivos como terapéuticos.
Para las personas mayores, este contacto con perros, enriquecido por un terapeuta canino, solo trae efectos positivos. Se registra mejora en la calidad de vida en la esfera social, emocional y psicofísica.
Para los pacientes, es una oportunidad para revivir los buenos recuerdos de tener una mascota, y para otros, una oportunidad de experimentar esas relaciones por primera vez en sus vidas.
Más aspectos positivos.
Otro aspecto de la terapia canina es la actividad física natural y no forzada durante las clases con perros. En las clases con los perros las personas mayores combinan el ejercicio con el placer. Mejoran su condición física mientras lanzan objetos, acarician o se agachan para alimentar al animal. Se puede observar cómo la movilidad de un animal provoca movimiento en nuestros residentes.
Los seniors a menudo sufren de falta de contactos y soledad. Este tipo de actividades terapéuticas son el comienzo del establecimiento de nuevas relaciones y la re-participación en la vida social. El sentimiento de soledad se reduce, y siempre va acompañado de satisfacción.
En la residencia encontramos muchas personas con una gran necesidad de afecto y de contacto físico. A pesar de los esfuerzos del personal, hay veces que estas necesidades no quedan cubiertas y los perros de compañía nos ayudan a hacerlo. A menudo hay residentes que se cierran en sí mismos y no se comunican apenas con nadie, otros están sumidos en un estado de apatía y tristeza, el contacto con los animales puede hacer que estas personas hablen, rían y se muestren más activas.
También los animales ayudan a fomentar la comunicación entre los residentes y el personal.
Así mismo, a través del contacto con los animales el terapeuta estimula la memoria remota, facilitando la evocación de hechos del pasado.
Los neurólogos confirman que los contactos sociales son la recomendación óptima para una persona mayor. Y estos se pueden desarrollar en base del contacto con el animal.
A medida que las personas envejecen, se vuelven menos flexibles, se muestran reacias a hacer nuevos contactos y, a veces, se muestran irritables. “El animal puede ayudar a paliar estos comportamientos“
La demencia y envejecimiento vs la terapia canina.
Existen también los informes científicos que respaldan la influencia positiva de la terapia con animales para tratar la demencia o enfermedades tipo Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, daños en la audición y la vista.
Para la mayoría de las personas, el contacto con un animal y su tutor es una oportunidad no solamente para actuar, sino también para hablar. Esto es especialmente importante para las personas con demencia. Mantener la memoria y la capacidad de hablar lógicamente tiene un gran impacto en detener la progresión de la enfermedad. Proporcionar impresiones positivas asociadas a la presencia cíclica de mascotas en nuestro centro mejora el estado mental y muchas veces motiva a la rehabilitación.
Los mayores en el contacto con el perro se vuelven más tranquilos y receptivos a la actividad, mejoran la concentración y su estado de ánimo. También es muy importante estimular intelectualmente al mayor. Esto se consigue a través del trabajo con el perro, darle órdenes e interactuar con el animal a partir de la comprensión de su comportamiento. El tacto también juega un papel importante: acariciar al perro, da efectos positivos también en la lucha contra la sensación de soledad en las personas mayores.
Varios estudios han confirmado un efecto beneficioso de la terapia animal sobre el estado de ánimo, y sobre la mejora de las funciones de comunicación.
Un perro en un hogar de ancianos: sus beneficios y contradicciones.
El perro ayuda a derribar barreras, alivia el estrés y la ansiedad y ayuda a combatir la soledad. Los residentes que pueden mostrar un comportamiento un tanto agresivo se calman cuando entran en contacto con el perro usado en la terapia. Se centran en acariciarlo, hablar.
También notamos que los mayores cuando están en contacto con la mascota, a menudo se abren. Hablan sobre la mascota que tenían y sobre sus sueños de infancia. Con mucho gusto le traen golosinas, cambian el agua, algunos quieren llevarlo a caminar.
Nos fijamos también en las posibles contraindicaciones para el contacto con el animal, incluidas las médicas. Si la persona mayor sufre, por ejemplo, una alergia, o presencia muchos trastornos mentales evitamos y desaconsejamos la terapia a estos residentes.
Pero por lo general hay más personas afortunadas que se pueden beneficiar de esta terapia. Diferentes publicaciones hablan de los beneficios que puede reportar el contacto con los animales:
- Hacen sentir bien, relajan y tranquilizan.
- Aportan seguridad y calma.
- Mejoran la autoestima y la satisfacción emocional.
- Aumentan la estabilidad emocional.
- Mejoran de la calidad de vida. Dan alegría, estimación, fidelidad…, humanizan y mejoran el entorno vital.
- Facilitan la comunicación, con el propio animal y con las personas del entorno.
- Trabajo de la memoria remota, permitiendo la evocación de hechos pasados.
- Disminuyen la tensión arterial.
- Mejoran la responsabilidad de tareas.
- Estimulan la actividad.
- Reducen la agresividad.
- Mejoran la capacidad de prestar atención.
- Mejoran el uso del lenguaje con signos o verbal.
- Palian el sentimiento de soledad.
- Previenen y ayuda en la recuperación de enfermedades cardiovasculares.
¿Como es la terapia canina?
¿Cuáles son los ejercicios que se puede hacer con el perro durante las terapias caninas?
- Estimulación del sentido del tacto y olfato.
- Coordinación motora y deportiva.
- Búsqueda de tesoros de perros, correr un perro en una cuerda.
- Destreza manual: hacer una alfombra olfativa.
- Integración sensoriomotora.
- Entrenamiento de la memoria.
- Ejercicios de logopedia.
- Maniobrabilidad – Hacer un rompecabezas para perros.
- Alfombra de colores (ejercicio físico y de memoria).
- Juego de olores (ejercicio de percepción visual y olfativa, integración sensoriomotora).
- Peinar al perro, poner la correa etc. (ejercicio físico).
Valiosos ejercicios.
Varios ejercicios implican de forma simultanea el uso de diferentes mecanismos. Por eso la terapia con perros se considera como una terapia de apoyo, muy utilizada en nuestras actividades para personas mayores. El contacto con un animal tiene beneficios comprobados para la salud y el bienestar. Este tipo de contacto con el animal es muy valioso porque el perro no juzga, no muestra impaciencia y no se ve perturbado por disfunciones de los mayores. La relación con el perro está libre de todos los problemas que pueda tener una persona mayor, enferma y en mal estado en las relaciones interpersonales. Por lo que tanto nuestros residentes como sus familiares y los empleados de la residencia sacan grandes beneficios de esta terapia con perros.
Referencias
- https://www.fundacion-affinity.org/perros-gatos-y-personas/animales-que-curan/perros-en-residencias-de-ancianos
- Torres Martínez, Eva. (2006). Terapia asistida por animales de compañía aplicada en una residencia geriátrica. Un modelo de intervención.
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