Las caídas son uno de los riesgos más pronunciados en las personas según se adentran en la senectud. Su impacto no solo se mide en el terreno de la salud física, lo que puede acarrear una incapacidad, sino también tiene efectos en su estado emocional. Por eso la prevención de caídas en personas mayores supone uno de los aspectos que más cuidamos en nuestra residencia. Así que, de la mano de nuestros profesionales sociosanitarios, os enseñamos qué tipo de acciones tomar en estos casos.
Contenidos
- 1 REDUCIR EL RIESGO DE CAÍDAS EN LOS ANCIANOS: UNA PRIORIDAD PARA SU CALIDAD DE VIDA
- 2 POR QUÉ SE PRODUCEN TANTAS CAÍDAS EN LAS PERSONAS MAYORES
- 3 CÓMO NOS ENTRENAMOS PARA LA PREVENCIÓN DE CAÍDAS DE PERSONAS MAYORES
- 4 CONSEJOS PARA LA PREVENCIÓN DE CAÍDAS EN PERSONAS MAYORES
- 5 MÁS QUE UN PROBLEMA FÍSICO: EL IMPACTO PSICOLÓGICOS DE LAS CAÍDAS EN LOS MAYORES
- 6 REFERENCIAS CONSULTADAS
REDUCIR EL RIESGO DE CAÍDAS EN LOS ANCIANOS: UNA PRIORIDAD PARA SU CALIDAD DE VIDA
La incidencia de la pérdida de equilibrio en las personas de edad avanzada es notable y sus consecuencias, problemáticas. Pues como resultado de ello, el individuo se ve predispuesto a padecer problemas de incapacidad, dependencia y enfermedades agregadas. Para salvar estas situaciones críticas, en los las residencias de ancianos realizamos numerosas intervenciones cuya finalidad es la prevención de caídas en personas mayores.
En efecto, según fuentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las caídas accidentales suponen la segunda causa de fallecimiento en personas mayores. Además de ser uno de los principales motivos que derivan en el llamado síndrome geriátrico, debido a sus secuelas.
Así, se observa que un tercio de la población mayor de 65 años sufre algún tipo de caída que con lesiones graves o con consecuencias de limitaciones funcionales. Al tiempo que se estima que el 50% de estos individuos pueden ser víctimas de las denominadas caídas recurrentes. Es decir, corren el riesgo de presentar dos o más caídas en el lapso de un año.
Sin duda, este fenómeno generador de perjuicios clínicos y sociales para los mayores se va incrementando con los años; dada la longevidad de la que goza la población en la actualidad y que, de seguro, irá ampliando su extensión en los próximos años.
De ahí que sea de máxima importancia aplicar ciertos programas de ejercicios con nuestros mayores que refuercen su movilidad y estabilidad corporal. En Barrika Barri realizamos muchos ejercicios y actividades para prevenir las caídas. Como veréis, muchas de ellas resultan sencillas y entretenidas. ¡Porque el cuidado de la salud no tiene porqué resultar tedioso ni sacrificado!
POR QUÉ SE PRODUCEN TANTAS CAÍDAS EN LAS PERSONAS MAYORES
Es claro que las caídas son muy frecuentes en el grupo de las personas mayores de 65 años. De hecho, dada su elevada incidencia, supone uno de los constituyentes más importantes del síndrome geriátrico. No obstante, las caídas no están asociadas necesariamente al proceso de envejecimiento.
En realidad, estos sucesos aparecen como efecto de múltiples factores de riesgo que coadyuvan para propiciar una caída. Entre ellos, los problemas de incapacidad previos o una salud deficiente.
En efecto, las personas que presentan discapacidad física suelen presentar mayores problemas de movilidad o pérdida del equilibrio. Pero también las caídas pueden deberse a riesgos en el entorno —sea la vivienda habitual o fuera de ella— o a hábitos y conductas inadecuadas —actuar de forma impulsiva, estar despistados, etc.
Por otro lado, en cuanto a discapacidad física, la profusión de caídas es elevada en casos de individuos con deterioro cognitivo. En este sentido, dolencias ligadas especialmente a la vejez como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, resultan fuentes de caídas constantes.
Asimismo, la disminución de las capacidades sensoriales como la vista principalmente, o la audición pueden ser la causa de este tipo de accidentes. Como también puede generarlos los problemas de insomnios o el uso de determinadosfármacos que produzcan disminución de la presión arterial o de la capacidad de atención.
Así, el practicar ejercicio físico con regularidad, seguir una dieta sana y acorde con las necesidades bioindividuales de cada persona y descansar correctamente, son indispensables. Pues evitan muchos riesgos de caídas al fortalecer las habilidades cognitivas, el equilibrio, la fuerza muscular y optimizan la tensión arterial y la frecuencia cardíaca.
CÓMO NOS ENTRENAMOS PARA LA PREVENCIÓN DE CAÍDAS DE PERSONAS MAYORES
En Barrika Barricuidamos cada aspecto que influye en la salud y la calidad de vida de nuestros residentes. Desde su alimentación equilibrada, hasta el mantenimiento de su forma física o de sus capacidades cognitivas.
Con todo, como método de prevención de caídas, hacemos mucho hincapié en los ejercicios de movilidad. Ya que, cuanta más soltura y estabilidad muestren al andar, mejor será el nivel de su autonomía personal y, por ende, de su bienestar integral.
Por eso amamos realizar con frecuencia circuitos de movilidad llenos de pequeños obstáculos. Con ellos reforzamos su atención o concentración y su capacidad de reacción para sortearlos sin perder el equilibrio . En nuestras redes sociales encontraréis muchos vídeos de muestra.
También las sesiones deterapia ocupacional y los paseos por nuestras instalaciones o por los espacios exteriores resultan modos sutiles pero eficaces para la prevención de caídas.
CONSEJOS PARA LA PREVENCIÓN DE CAÍDAS EN PERSONAS MAYORES
No obstante, para aquellas personas mayores que residan en sus domicilios, os dejamos algunas recomendaciones para evitar muchos riesgos de caídas:
- Utilizar zapatos cómodos que sujeten bien el pie y con suela de caucho o goma antirresbaladiza.
- Hacer uso de material ortopédicode apoyo, en caso de necesidad, como bastones, andadores o sillas de ruedas.
- Evitar el sedentarismo y practicar actividad física moderada. Ejercicios de estiramiento como el yoga o salir a caminar son de gran ayuda.
- Escapar de la ingesta de sustancias depresoras, lo que incluye bebidas alcohólicas o ciertos fármacos psicosedantes.
- Realizar controles de salud periódicos para supervisar los niveles de tensión arterial, saturación de oxígeno o la frecuencia cardíaca.
- Mantener una dieta sana y cuidar que se esté suficientemente hidratados.
- Retirar todo mobiliario o elemento decorativo que pueda causar tropiezos. Especialmente alfombras.
- Mantener los espacios despejados y bien iluminados.
- Evitar tener que utilizar escaleras, bañeras o desniveles pronunciados. Y, en caso de tener que usarlos, mejor que tengan un asidor o pasamanos al que sujetarse.
- Solicitar un servicio de teleasistencia si es preciso.
Como veis, son muchos los recurso existentes para la prevención de caídas en personas mayores. La gran mayoría son fáciles de aplicar, aunque implique un cambio de hábitos. Pero el esfuerzo y las medidas a tomar merecen la pena.
Y es que, más allá de las molestias iniciales que ocasiona un accidente de este tipo, en los ancianos puede degenerar en una fractura grave o una incapacidad . De hecho, el impacto de las caídas en las personas mayores no solo se mide por sus consecuencias clínicas, sino por el efecto postraumático que producen muchas de ellas.
MÁS QUE UN PROBLEMA FÍSICO: EL IMPACTO PSICOLÓGICOS DE LAS CAÍDAS EN LOS MAYORES
Siempre que un adulto mayor tiene una caída de consecuencias moderadas o graves, debe vigilarse su estado psicológico posterior al accidente. Pues no son pocos los mayores que, tras sufrir una caída, quedan con miedo y ansiedad. Lo que repercute en la realización de muchas de las actividades de la vida diaria, en su vida social y principalmente en su autoconfianza.
En las residencias de ancianos se llevan a cabo intervenciones terapéuticas para superar cualquier residuo de resquemor que le haya quedado a la persona. Así, nuestro personal fortalece su seguridad personal, acompañándolo en sus paseos o con actividades de recuperación fisioterapéutica o de terapia ocupacional.
Toda intervención que podamos hacer en estos casos tiene como cometido final el devolver la seguridad a la persona mayor y disminuir cualquier temor a que se repita la experiencia. A partir de ahí, la prevención de caídas en personas mayores pasa ineludiblemente por la educación sanitaria y comportamental, que refuerce su estado emocional positivo. La primera se centra en cómo debe proceder tras una caída, cómo levantarse, sentarse, vestirse o desvestirse, etc. Mientras que la educación comportamental alude al fomento de formas correctas de ejecutar las actividades de la vida diaria para no volver a caerse.
Asimismo, es recomendable examinar qué factores de riesgo existen en su entorno habitual, a fin de eliminarlos y evitar caídas. En este aspecto, puede ser necesario modificar el ambiente en el que viven. Un ejemplo de un entorno seguro son las residencias y centros para mayores. Estos centros disponen de espacios amplios y poco congestionados de objetos, luminosos y con materiales adaptados a sus necesidades.
Con todo, en ocasiones es difícil controlar todas las causas de las caídas y poder evitarlas. Pero lo fundamental es brindarle a nuestros mayores todo el apoyo y cuidados que precisen.
REFERENCIAS CONSULTADAS
- Bella Beorlegui, M. & al. (2017). La prevención de caídas recurrentes en el paciente anciano. Gerokomos, 28(1). Recuperado de https://bit.ly/2MVxt0x
- Rubenstein, L. (2019). Caídas en personas mayores. Recuperado de http://msdmnls.co/3aBpJJm
- Rodríguez, L. M. Á. (2016). Síndrome de caídas en el adulto mayor. Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica, 72(617). Recuperado de http://bit.ly/2O0Pb3n
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